sábado, 31 de mayo de 2008

MEMEME ME TOCA

Por invitación de Lena de Mar y Maslama, he aquí mis 6 "no me importa" y mis 6 "me gusta mucho".

No me importa:

- Dormirme con ruido o luces encendidas. Tengo una facilidad asombrosa para desconectar al mundo del sueño y la fantasía. (Yo misma me sorprendo después de tantos años de entrenamiento)

- Comerme para cenar lo que sobró a mediodía. Sobre todo si es tortilla de patatas (o tortilla bravaca), que fría gana más. Y las albondigas con verduricas y patatillas que hace la Hormigans!

- Dejar mi coche, discos y libros a otras personas si sé que son responsables y sabiendo que me lo van a devolver, claro...

- Que me despierte cada mañana una gatica de todas las maneras que se le pueden ocurrir a un gato: dándome masajes en el pelo, dándome con la patica en la cara, saltando encima de mi, maullándome a dos centímetros del oído, jugando a la busca y captura de mi pie...

- Esperar el tiempo que sea necesario para hacer caída libre.

- Cambiarnos de sitio en la playa como mínimo dos veces, cuando la Hormigans o su madre dicen, "qué tal si ahora nos ponemos allí..." Y hale, con la sandía pa'rriba y pa'bajo.


Me gusta mucho:

- Tirar millas con mi tomb rider (la bici), sobre todo por la tarde y recorrer km y km (ya ves tú, 60 ó 70 na más). Jjejeje, quítese los ceros.

- Descubrir o que me descubran grupos o nuevos cantantes. A poder ser poco comerciales, y con algún tipo de fusión. Aquí entraría también lo de coleccionar canciones.

- La tortilla de patatas, la paella, la pasta, la nocilla y las albondiguillas de la Hormigans

- La risa que le da a la Hormigans cuando le propongo ir desnuícas por la casa...

- Dormirme de noche en el sofá, uuuuuuffff, me encanta! y llegar a la cama con los ojos cerraicos del mismo sueño y medio zombie jjejjeje

- Vacilar a las teleoperadoras que llaman preguntando por una tal Amparo a esta nuestra casa nueva, cuando ya les hemos dicho mil veces que aquí no vive ninguna Amparo!. Han sío tantas las veces que al final nos hemos hecho pasar por ella, síii ahora se pone!, o les hemos cantao una canción, o les decimos: Manuela, pozi... pono!!

Y a continuación, paso este mememememe, en el supuesto que lo quisieran hacer, a:

- Mara136!

- El opositor!

- Marisilla!

- Sitjar!

Yeahhh!

lunes, 26 de mayo de 2008

TINTO DE VERANO

La trilogía de Elvira Lindo "Tinto de Verano" recoge aquellos artículos que se publicaron en "El País" hace ya unos añitos, en los que la escritora relataba (caricaturizaba) sus aventuras veraniegas y las de su familia en un pueblecito de la sierra madrileña.

Siempre les hemos dicho a nuestras amigas Lena y Amapiola que el artículo de la Thermomix les iba a encantar, así que ahí va!

Qué le voy a hacer, a mí esta mujer me cae genial, y libros como éste en verano, con sentido del humor y ligericos, pues oye, se agredecen un montón.

SALUD, DINERO Y AMOR

"Soy una persona difícil de relajar. O estoy despierta o estoy dormida, pero eso de tener la mente en blanco no va conmigo. A mí, de las filosofías orientales sólo me gusta el sushi. Cuando mi santo me abre la puerta del troncomóvil y me dice: 'Te llevo al campo a que te relajes', yo le digo, gracias por alejarme de esta vida fascinante y hueca que llevo en Madrid. Lo digo porque eso es lo que quiere oír y en eso consiste el amor, pero ayer no hacía más que darle vueltas a ver qué coño voy a hacer aquí para no subirme por las paredes. Habrá quien piense: leer. Es una idea, pero también es cierto que yo mucha cultura no quiero tener porque igual me hago una tía rara. Y si no lees te tienes que tirar al campo, y yo por el campo no voy, que me da miedo que me salga un perro. Me paso el día hablando por teléfono. Ayer llamé a mi amigo gay y estuvimos viendo, él desde su casa, yo desde la mía, un programa de testimonios. Le dije a mi amigo que por qué no salía un día en uno de esos programas a confesarles a sus padres que quiere salir del armario; él me dijo que por qué no salgo yo confesando que soy una consumidora compulsiva, y yo le dije que eso en mi casa ya lo saben y que lo único que les falta es que salga diciéndolo por la tele.

Mi amigo me encontró nerviosa y me dijo que el hecho de que estuviera en el campo no significaba que tuviera las manos atadas para consumir. ¿Has pensado en la venta a domicilio? Y me dio el teléfono de una vendedora de la Thermomix -el robot de cocina-. Dice que a él le ha cambiado la vida, que la vendedora le hizo una demostración en su casa. Él llevó a amigos de su ambiente, ocho gay, y en una hora, gracias a la Thermomix, les hizo una lasaña, unas lentejas y cinco pizzas. Se lo comieron y luego se llevaron a la señora a bailar a un sitio de ambiente, y la señora descubrió que era bollera y no lo sabía después de tantos años haciendo demostraciones con la Thermomix. El caso es que llamé a una vendedora. Me dijo que invitara a gente de mi entorno porque, dado que vivo en el culo del mundo, que le mereciera la pena el viaje. Me puse a buscar gente de mi entorno. Pensé, ¿Millás?, ¿Marías, Guelbenzu?, ¿Molina Foix? Tampoco quería centrarlo sólo en autores de Alfaguara, que luego todo se comenta. Me entró un agobio, llamaba y sólo me salían contestadores. Deben estar todos en Marbella. A escritoras no quería llamar, luego me acusan de que perpetúo los roles. Me rallé y me dije: a tomar por saco: ¿Hay en este mundo alguien más de mi ambiente que mi santo? '¿Yoooo?', dijo él, 'a mí no me metas en tus líos'. Y ahí me dejó, a solas con la vendedora. La señora hacía natillas y salmorejo y potaje de Semana Santa, y yo se lo llevaba a probar a mi santo al cuarto donde agranda su obra. Cariño, me dijo, todo es excelente, pero no traigas más cosas que me estás empachando. Se me puso malo, y yo, para consolarle, por la noche, le llevé un poleo menta (hecho por la Thermomix), y dije: 'La vendedora dice que todos los grandes restaurantes la tienen'. Genial, me dijo, ya no nos hará falta salir de casa. No quise llevarle la contraria porque estaba convaleciente, pero a mí también se me puso mal cuerpo. Por motivos distintos".

Ha salido el sol y por fin huele a verano...

viernes, 23 de mayo de 2008

IRÉ A CUALQUIER LUGAR, PORQUE YA TENGO ADÓNDE IR

Primeras imágenes submarinas, por obra y gracia de Hormigan's y Ericita Productions.
Estreno de la funda acuática.
Espero que os guste y os de la misma paz que me da a mí.



S'Almunia y Caló d'Es Moro. Mallorca

Abril 2008

Canción de Basement Jaxx, "Romeo"

PD. Meme en camino ;)

sábado, 10 de mayo de 2008

YO VIVÍA ENFRENTE DE LA CÁRCEL

Queridos amiguitos y amiguitas, fans, fanas y hermanito, últimamente dispongo de poco o nada de tiempo para actualizar y visitar vuestros blogs. Sí, más lo siento yo que soy la que lo sufre... No importa, llegaran tiempos mejores. Han de venir.

Os contaré, mientras, algo más sobre mi tierna infancia.

La cárcel de Tarragona se encuentra hasta la fecha, integrada en el núcleo urbano de la ciudad y en el epicentro de lo que próximamente se convertirá en una de las zonas comerciales más importantes de la comarca. La apertura de una gran superfície (digamos nombres, El Corte Inglés) ha provocado, entre otras cosas, el traslado del centro penitenciario a otro lugar. Será un centro mastodóntico que revalorizará el suelo que pisan mis padres, y que me permitirá saber las ofertas del mes en la Planta Joven sólo con descorrer la cortina y sin tener que levantarme de la cama. Como en mi casa no somos del todo consumistas, más que alegrarnos la vida nos jode, puesto que dejaremos de estar tranquilos y en mi caso, de contemplar el cielo por las tardes cuando vaya a visitarles. (Aysss)

A lo que vamos..., os pongo en antecedentes:

Hace años, vivíamos una calle más atrás, en un edificio plantado en frente de la cárcel. Novena planta y parte del decorado de lo que suponía el día a día de los internos vetados de libertad.

Antes de ir al cole, me despertaba como a ellos el toque de sirena. Por megafonía se escuchaba el nombre de aquellos que por diversas cuestiones, se les requería en alguno de los departamentos del centro. "Vaya, a Manuel XXX, le han llamado esta semana dos veces"

Desde mi casa tenía acceso sólo a la mitad del recinto (de haber vivío en un catorceavo... habría visto los otros dos patios e incluso Torredembarra, pero no fue el caso).
La hora de salir al recreo, era el momento que los reclusos aprovechaban para comunicarse con compañeros de otras alas a voz en grito, tocar las palmas por los Chichos, jugar a las cartas, al fútbol y cómo no, saludar a las que tendíamos la colada:

- Ehhhhhhh, esa morenaaaaaaa guapa, que saludeeeee!

Y yo, muy educada, con las pinzas en la mano y después de cerciorarme que era a mí y no a otra de mis amigas vecinas, hacía un gesto disimulado, clin clin clin, apenas imperceptible, pero que ellos reconocían enseguida.

- Oleeeee esa morenaaaa simpáticaaaa!

(Acto seguido, tenía a mi madre detrás regañándome, "chiquilla a ver si te van a ver los guardias y nos meten a tos pa dentro!")

La cárcel estaba custodiada en cada una de sus 4 esquinas, por policías nacionales bastante simpáticos, que pasaban horas y horas de pie, cargados con su "Céhmenn" (ese arma que todos los chicos nombran cuando te cuentan historias de la mili, que siempre pronuncian así y que nunca he mostrado interés por saber cómo se escribe) aburridos hasta recibir la visita que mis amigos del barrio y yo les hacíamos alguna tarde, para charlar un poco de la vida.
Sólo teníamos que cruzar una calle sin tráfico. Desde la acera, mirando la torrecilla que se erguía y la garita donde se encontraban ellos, "holaaaa, qué taaaaal!!!" "niños venga, iros a jugar que hoy no podemos hablar"

Y era porque a veces tenían mucha faena. Los intentos de fuga habían provocado soluciones improvisadas y muchos quebraderos de cabeza a los responsables. Por cada intento de fuga, a los pequeños muros se les añadía um metro de alambrada, lo que llevó a covertir el recinto, en la cárcel con más remiendos jamás recordada.

Fuimos testigos en más de una ocasión, de amotinamientos e intentos de huída por parte de algunos atrevidos, que una vez conseguían encaramarse en la alambrada, movilizaban durante horas a todas las fuerzas policiales de la cuidad. Entonces sólo quedaba el estruendo nocturno de las sirenas y las lucecitas de los coches-patrulla, focos cegadores de helicópteros que iluminaban nuestras casas en busca de cómplices, espías vestidos de negro (como en las películas, qué sé yo)y el trabajo psicológico de unos funcionarios que trepaban, asustados, para intentar disuadir y convencer a los internos.


En mi calle, muchas veces, mientras correteábamos ajenos a la vida de los mayores, nos llovían del cielo pelotas de tenis, que supimos los presos utilizaban para comunicarse con los de fuera. Iban y venían notitas con mensajes, pero llegó un momento que al final dejamos de abrirlas y directamente las cogíamos prestadas para jugar.

Recuerdo también que durante unos días, asistimos a un gran acontecimiento mediático! Ruiz Mateos (que te pego leche) ingresó en prisión temporalmente y mi ventana salió en el Telediario!!

Y así formó parte de mi vida ese edificio. Yo vivía enfrente de la cárcel, hasta que nos mudamos. Entonces dejé de ver los patios de prisión, las galerías, los reclusos, los vigilantes, (bueno, y toda Tarragona, porque menudas vistas!) Y hasta hace poco, desde mi nueva habitación, y si afinabas el oído un poquitín, todavía se podía distinguir la famosa sirenica. Ahora, sin emabargo, colindaremos con viviendas de precios inalcanzables y con el Corte Inglés...

Lo que son las cosas, ¿verdad?